Cómo hacer un huerto urbano paso a paso
Vivir en una gran ciudad no tiene que ser sinónimo de estar alejado de la naturaleza. Seguro que alguna vez te has preguntado de dónde provienen los alimentos del supermercado que consumes día a día. Como las frutas, que provienen de los huertos. Pero… tu mismo puedes tener estas frutas y verduras en casa. La mejor manera para ello es aprendiendo cómo hacer un huerto urbano paso a paso. Algo que te ahorrará tiempo y dinero en un futuro.
“Somos lo que comemos”, la calidad de los productos que ingerimos es vital para gozar de buena salud y ganar en calidad de vida. Por ello, cada vez más personas se animan a cultivar sus propios alimentos, tanto para consumir productos más ecológicos y cuidar el medio ambiente hasta simplemente por hobbie. Da igual cuál sea tu razón, si estás interesado en generar tus propias frutas y hortalizas de forma natural y desde casa, a continuación te daremos todas las claves que necesitas para ponerte manos a la obra.
¿Qué es un huerto urbano?
Antes de nada es importante tener claro qué es un huerto. Por definición es una porción de tierra disponible para producir hortalizas, frutas, verduras, plantas aromáticas o hierbas medicinales, entre otras, a nivel doméstico.Pero es mucho más que eso, el movimiento de los huertos urbanos viene además impulsado por el componente social que conllevan, siendo un espacio de ocio para compartir la afición por el cultivo sostenible.
¿Dónde puedo plantar mi huerto urbano?
La ubicación del huerto varía en función del espacio que tengamos a nuestra disposición y del tipo de hortalizas que queramos plantar entre otros condicionantes.
Los distintos modelos de huerto urbano que existen son:
- Huerto comunitario: se trata de cultivos llevados a cabo en espacios públicos o privados en común con un grupo de personas.
- Doméstico: es el que habilitamos en nuestra propia vivienda si disponemos de un jardín, terraza o balcón.
- Huerto municipal: instaurados por los ayuntamientos, suelen estar dirigidos a las personas mayores o desempleadas.
Beneficios de los huertos urbanos
El beneficio medioambiental de los huertos urbanos es el pilar básico de esta novedosa forma de cultivo. Sirve para incrementar la calidad de vida de la población en las grandes ciudades, estableciendo una conexión entre el medio natural y el urbano.
El estilo de vida en las urbes ha hecho que las personas pierdan progresivamente el contacto con la naturaleza. Por ello, la creación de estas plantaciones es una solución para concienciar sobre la necesidad de preservar el medio ambiente. A la vez que conectamos con la naturaleza, cultivar nuestros propios productos nos dará alimentos más saludables y con un sabor más intenso y agradable.
Desde una perspectiva social, crear un huerto comunitario fomenta las relaciones sociales entre las personas, contribuye al ocio familiar al tiempo que es una forma de recuperar la tradición hortícola en nuestra cultura. Tanto si el huerto está en nuestra propia vivienda como si se trata de uno comunitario, es un espacio donde entablar conversación y vivir una experiencia distinta en compañía de los demás.
Además de mejorar las relaciones con las personas de nuestro entorno al formar parte de un proyecto común, puede resultar estimulante y motivacional a la par que relajante en un ambiente distendido. El cultivo no requiere andar con prisas, solo ser constante en el cuidado de nuestras plantas.
Cómo crear un huerto urbano
Terreno: el primer paso para construir un huerto urbano es disponer del espacio necesario. Puedes ubicarlo tanto en tu propia casa si tienes jardín, terraza o balcón o incluso en la azotea de tu edificio como proyecto común con tus vecinos. Lo importante es contar con un espacio al aire libre con una buena ventilación para dar vida a tus frutas y hortalizas.
Exposición solar: precisamente la importancia de contar con un terreno abierto es por la luz solar. La exposición directa del sol es el pilar fundamental para poder cultivar. Por ejemplo, para obtener tomates, las plantas necesitarán unas 7 horas de exposición solar. Las plantas de hoja verde como la lechuga necesitan menos periodo de exposición a la luz directa del sol, unas dos o tres horas menos.
Decide qué quieres plantar: antes de escoger los recipientes de tu huerto urbano, debes tener claro qué productos hortícolas quieres plantar. Si eres principiante, será mejor que empieces por verduras fáciles de cultivar como el tomate o las zanahorias, ya que obtendrás mejores resultados. Además, debes tener en cuenta, la época del año en la que empiezas a plantar, ya que cada verdura y fruta es de una temporada.
Contenedor: resulta muy sencillo cultivar en contenedores, ahí radica su éxito. Solo se trata de escoger el formato y tamaño que mejor se adapte al espacio disponible que tengas para comenzar a crear tu huerto particular. Lo importante es asegurarte de que tiene un drenaje correcto, muchos contenedores llevan en su interior una bolsa geotextil que permite el drenaje adecuado del agua a la vez que retiene el sustrato, que debe ser de calidad. Además, existen mesas de cultivo las cuales se adaptan a los diferentes tamaños de los contenedores que utilices.
Normalmente cuanto más altas sean nuestras plantas, más centímetro de profundidad debe tener el contenedor. Si por ejemplo queremos plantar tomates, debemos contar con 30 centímetros como mínimo de profundidad para que crezcan correctamente.
¡A sembrar! Prepara tus guantes y empieza a sembrar. Puedes comenzar a sembrar directamente en tu huerto o en los contenedores que trasplantamos a los huertos (plantel). No todas las hortalizas son aptas para trasplantar, este tema lo trataremos más adelante en otro artículo.
Sustrato de calidad: el sustrato es un componente fundamental, ya que de ello dependerá la salud de tu cultivo. Se debe utilizar tierra orgánica que quede suelta, es recomendable el compost, al ser un sustrato 100% natural. La tierra en ningún caso debe quedar apelmazada, lo que daría problemas para que crezcan las raíces.
¿Cómo mantengo mi huerto?
El cuidado de los huertos urbanos es bastante sencillo, pero requiere de una dedicación día a día para mantener sanos nuestros cultivos. Una vez que tenemos nuestra tierra lista y hemos plantado/sembrado, es esencial que los cultivos se mantengan bien hidratados.
Se debe regar diariamente, ya que el nivel de evaporación de un huerto urbano es mayor al no contar con un suelo debajo. No se deben mojar las hojas para prevenir la aparición de enfermedades en nuestras plantas.
El uso de un buen fertilizante es básico para contar con un cultivo sano de calidad con todos los nutrientes necesarios.Es recomendable optar por un fertilizante orgánico, hay que tener en cuenta que al crecer en un medio artificial la abundancia de riego conlleva a la pérdida de muchos nutrientes.
Por último, para evitar la aparición de plagas debemos observar con asiduidad nuestros cultivos. En caso de que aparezca alguna alteración, la solución será utilizar tratamientos químicos para conservar nuestro huerto en perfectas condiciones.
Una vez que ya sabes todas las claves para empezar a desarrollar tus propios alimentos y contribuir así a mejorar tu alimentación, utilizando técnicas respetuosas con el medio ambiente y mejorando tu bienestar social, ¿a qué esperas para empezar a construir tu propio huerto casero? Aprender a crear un huerto urbano nunca ha sido tan fácil.