Mantis religiosa: explorando al bicho Santa Teresa o Campamocha
La mantis religiosa, con nombre científico homónimo, es un insecto que se puede encontrar en cualquier jardín pero del que no se suelen saber todas sus fascinantes características. A continuación, veremos todas las cualidades de este increíble animal.
¿Qué es una mantis religiosa?
La mantis religiosa es un insecto de la familia Mantidae que se encuentra en todo el mundo. Conocida por su apariencia única y sus habilidades depredadoras, la mantis religiosa es un animal fascinante que ha capturado la atención de muchos entomólogos y aficionados a la naturaleza.
Cuenta con más de 2.400 especies descritas, siendo una de las familias más diversas de insectos. Son conocidos por su capacidad para camuflarse y acechar a su presa antes de atacar con sus patas delanteras de altas capacidades. Además, algunas especies de mantis religiosas son conocidas por su canibalismo sexual, en el que la hembra devora al macho después del apareamiento.
Su apariencia única y su comportamiento depredador han llevado a muchas culturas a asignarles un significado simbólico. Desde la antigüedad, estos insectos se han relacionado con la paciencia, la reflexión y el equilibrio.
Características de la mantis religiosa
Todo el mundo conoce los rituales de apareamiento de las mantis religiosas pero ¿qué se sabe más allá de esto?. Hechos como la importancia de sus patas delanteras durante la caza o la protección que le han otorgado varios países, son cuestiones que no suelen enseñarse.
Anatomía y fisiología de la mantis religiosa
La anatomía y fisiología únicas es uno de los aspectos que más resalta de la mantis religiosa.
- Coloración. Suele ser verde o marrón dependiendo de su hábitat y especie. Algunas tienen un patrón de camuflaje para mimetizarse con su entorno.
- Tamaño. Puede variar desde unos pocos centímetros hasta los 10.
- Ojos. La mantis religiosa cuenta con dos ojos compuestos que le proporcionan una visión binocular y gran sensibilidad para detectar el movimiento de sus presas.
- antenas. Son largas y delgadas, las utilizan para detectar olores y vibraciones.
- Patas. La mantis religiosa tiene patas raptoras, es decir, adaptadas para atrapar a sus presas, agarrándolas para que no puedan escapar. Las traseras son más delgadas y las emplean para caminar y saltar.
- Abdomen. Es alargado y está formado por varios segmentos, algunos de los cuales tienen espinas o protuberancias.
Hábitat y distribución
La mantis religiosa es una especie originaria de Europa, Asia y el norte de África. Sin embargo, hoy en día su hábitat se ha extendido a otros lugares del mundo, incluyendo Canadá y los Estados Unidos de América. En Europa, se pueden encontrar en países como España y Francia, aunque se adaptan a los diferentes hábitats del continente. Se encuentran, sobre todo, en jardines, campos, huertas y sitios poco humanizados.
En América del Norte, la mantis religiosa se introdujo en 1899 y desde entonces ha logrado establecerse en varios lugares del continente.
Hábitats Específicos
Aunque la mantis religiosa puede vivir en diferentes tipos de vegetación y hábitat, se siente más cómoda en zonas templadas y húmedas como jardines con abundantes flores o en lugares de la naturaleza con mucha vegetación como bosques y praderas.
Comportamiento y dieta
Las mantis religiosas son depredadores altamente eficientes y se alimentan principalmente de otros insectos como moscas, grillos, saltamontes, polillas, mariposas, abejas, escarabajos y arañas. Su dieta también puede incluir presas más grandes, como lagartijas y pequeñas aves. De hecho, son conocidas por su técnica de emboscada, donde se camuflan en su entorno y esperan a que las presas se acerquen lo suficiente para atacar.
Para protegerse, usan una técnica llamada exhibición deimática, donde abren sus alas y agitan su cuerpo para asustar a los depredadores.
Reproducción y ciclo de vida
La mantis religiosa es conocida por su ciclo reproductivo. Durante la época estival, las hembras comienzan a segregar mayores niveles de hormonas, lo cual atrae a los machos hacia ellas para montarlas y fecundarlas. La hembra pone sus huevos en una ooteca, que puede contener hasta 400 huevos. La ooteca se adhiere a una superficie y eclosiona en otoño.
Ninfas y adultos
Las ninfas de mantis religiosa son pequeñas y no tienen alas. A medida que crecen, mudan su piel y desarrollan alas. Los adultos tienen un cuerpo alargado y delgado, con patas delanteras que están provistas de espinas para sujetar a sus presas.
Comportamiento sexual y canibalismo
Durante el apareamiento, la hembra puede devorar al macho pero, si sobrevive al apareamiento, morirá poco después de forma natural. La cópula suele durar unas dos horas y la hembra puede poner varias ootecas en su vida. Sin embargo, es un animal solitario excepto durante la época de reproducción, cuando macho y hembra se buscan para aparearse. Cuando hay más de un macho cerca de una hembra, éstos se pelean y sólo uno llega a juntarse con ella.
Especies y Subespecies
Existen más de 2.400 especies de mantis religiosas, pero las más comunes se suelen agrupar en las siguientes.
- Mantis religiosa europea: se caracteriza por su tamaño mediano, su color verde y su hábitat en zonas boscosas.
- Mantis religiosa china: es una de las más grandes y se encuentra principalmente en el este de Asia. Se caracteriza por su color marrón y su hábitat en zonas húmedas.
- Mantis religiosa africana: esta subespecie se encuentra principalmente en África y se caracteriza por su tamaño pequeño y su color marrón oscuro.
Curiosidades sobre la mantis religiosa
- La IUCN la ha clasificado como insecto de “Peligro Menor”. Aunque no esté en riesgo de extinción, la pérdida de hábitat natural y su caza para la medicina tradicional son una amenaza.
- En España, está protegida por la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad.
- Es el insecto estatal de Connecticut desde 1977 por ser beneficioso para controlar las poblaciones de insectos dañinos para jardines y campos, por lo que es ilegal capturarlos o matarlos.
- Es capaz de evitar ser detectada por los murciélagos emitiendo sonidos de alta frecuencia indetectables para el oído humano.
- Las mandíbulas de las mantis religiosas son extraordinariamente fuertes y están diseñadas para agarrar a la presa mientras la devora. También la utilizan para defenderse de los depredadores y establecer la dominancia durante el apareamiento.
Existen muchísimos aspectos más que podrían comentarse sobre la mantis religiosa, pero éstos son los más llamativos e importantes para entender su modo de vida y su comportamiento.