Cómo cultivar flores comestibles

Desde hace un tiempo es frecuente ver como al servir un plato en un restaurante, está adornado con flores que para conocimiento de todos, son comestibles. Parece un concepto de alta cocina pero la verdad es que cada vez se ve más tanto en platos principales como en postres. Disponer de este tipo de flores acompañando al resto de alimentos, hace que el plato sea más llamativo y atractivo a ojo de los comensales lo cual, causa una sensación de intriga por conocer y degustar sus sabores indescriptibles. Por ello, son muchas las personas que quieren aprender a cómo cultivar flores comestibles para poder disponer de ellas en sus hogares y así, preparar platos que lleven este adorno.

¿Qué son las flores comestibles?

Tal y como su nombre indica, se trata de flores de diferentes variedades, aptas para el consumo. Se debe conocer con exactitud cuáles son los tipos aprovechables, ya que si se ingiere una variedad no apta, puede causar efectos nocivos para la salud.

Tipos de flores comestibles

Albahaca.
Amapola.
Azahar.
Begonia.
Borraja.
Caléndula.
Camomila.
Centáurea.
Clavelina.
Diente de León.
Eneldo.
Geranio.
Hinojo.
Lavanda.
Romero.

Cultivo de flores comestibles

Saber cómo cultivar este tipo de flores comestibles, no es una tarea complicada, de hecho, son muchos los cultivadores que se dedican a plantar estas flores en sus campos o incluso en casa ya que la mayoría de ellas, no necesitan disponer de un espacio muy amplio para su desarrollo.

Semillas: escoger las semillas de las diferentes plantas comestibles que se quieran sembrar.

Lugar: como se ha comentado anteriormente, se trata de plantas que no necesitan de espacios amplios, es decir, la mayoría de ellas pueden ser plantadas en macetas y colocadas en cualquier lugar que tenga una buena ventilación y luz. Así mismo, es conveniente mantener el lugar limpio.

Riego: en cuanto al sistema de riego, hay que tener cuidado. Es fundamental pulverizar las plantas y no echar chorros a presión que puedan hacer que las flores se rompan por el peso.

Poda: es necesario sanear las flores en todo su proceso de desarrollo para evitar que salgan malformaciones.

Plagas: al igual que en el resto de cultivos, las flores comestibles son muy propensas a recibir insectos nocivos para su crecimiento, por ello, se deben proteger ante cualquier amenaza. Eso sí, hay que tener en cuenta que los productos para sulfatar estas variedades deben ser completamente naturales.

Características de las flores comestibles

Aportan vitaminas. Estas variedades son ricas en diversas vitaminas buenas para la salud, por lo que su consumo de forma asidua aporta nutrientes beneficiosos.

Fuente mineral. El principal componente de estas plantas es el agua, constituye más del 80% de su composición por lo que no tienen casi calorías.

Antioxidantes. Son útiles para acabar con los radicales libres, es decir, las células que producen la oxidación de diferentes compuestos creando alteraciones en el ADN que pueden ser perjudiciales para las personas.

Estética. Son flores atractivas a la vista por lo que embellecen los platos o cualquier lugar donde se coloquen ya que su uso no solo puede ser alimenticio.

Factores a tener en cuenta antes de cocinarlas

Antes de nada, hay que tener en cuenta que las flores comestibles deben de ser bien cuidadas durante su fase de crecimiento, evitando malos hábitos como la utilización de productos no naturales. Además, para cocinarlas es importante seguir un proceso para conservar todo su potencial.

Pistilos. Eliminar los pistilos y la base blanca de los pétalos ya que amargan su sabor.

Buen estado. Solo se deben usar los ejemplares que huelan bien y no tengan ningún golpe o mancha.

Lavar. Antes de cocinarlas, hay que lavarlas con abundante agua para eliminar cualquier rastro de impurezas. Una vez lavadas, secar boca abajo durante unas horas.

No todos los platos son adecuados para que en ellos aparezcan estas plantas tan características, de hecho, donde más se usa es para acompañar alimentos como distintos tipos de carnes, en salsas o en postres como bizcochos. Otra forma, es servirlas como acompañantes en platos principales.

Cultivar flores comestibles están cada vez más de moda y es muy frecuente encontrarlas en los diversos platos, sobre todo en restaurantes de alta cocina, aunque son muchos quienes las utilizan como artículos de decoración.