Cultivo de brotes comestibles
Cultivar o germinar brotes comestibles es una práctica de los más habitual entre los más amantes de los huertos. Esta actividad se lleva a cabo principalmente para que los brotes o semillas resulten más fáciles de digerir y así poder obtener todos los nutrientes que el organismo necesita.
Por ello, es necesario saber cómo cultivar brotes comestibles de esta manera, se dispondrá de alimentos sanos y ricos durante todo el año sin necesidad de adquirirlos en otro lugar.
¿Qué son los brotes comestibles?
Se trata de un alimento con alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y aminoácidos. Estos alimentos son totalmente saludables y es por ello que cada vez son más los establecimientos que los venden aunque a un precio algo elevado. Por ello, la forma más fácil, rápida y económica de disponer de estos brotes en cualquier momento, es cultivarlos uno mismo.
Se conoce que los brotes proporcionan un porcentaje mayor de nutrientes aptos para el organismo ya que se encuentran más concentrados que en una planta. Además, el proceso de germinación al que se enfrentan ayuda a eliminar la presencia de los conocidos antinutrientes (compuestos naturales que se encuentran en las semillas de las plantas que interfieren a la hora de que el cuerpo pueda digerir mejor las vitaminas que aportan.
Cómo cultivar brotes comestibles
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los brotes comestibles se pueden cultivar durante todo el año. Además, si se cultivan en casa es mucho más fácil ya que se podrá llevar un buen control y sobre todo, un cuidado exhaustivo en el proceso de desarrollo de dichos brotes.
Pasos para cultivar brotes comestibles:
- Colocar las semillas en un frasco, añadir agua y dejar en remojo durante toda la noche. Es importante que el agua sobrepase las semillas y cubrir la parte superior con un paño o con una media fina o una malla de mosquitera. El frasco debe ser de vidrio, se puede reutilizar cualquier recipiente siempre que esté bien limpio.
- Enjuagar los brotes 2 veces al día, es necesario sacar los brotes del frasco y escurrirlos (si se puede hacer sin sacarlos del bote mejor) si es necesario sacarlos, se debe tener mucho cuidado y que permanezcan el menor tiempo posible fuera de este. Cambiar el agua por agua limpia.
- Como todo vegetal, los brotes necesitan tener unas condiciones ambientales adecuadas. Hay que saber controlar la humedad ya que se tienen que mantener entre los 10 y 21 ºC. También, es importante tener en cuenta las características de cada brote ya que algunos de ellos pueden necesitar una cantidad de luz elevada para su buen desarrollo o todo lo contrario.
- El tiempo que tardan en germinar dichos brotes depende de la longitud, es decir, no hay un tiempo exacto, pero se estimar que entre 1 o 2 semanas la mayoría de brotes están listos para utilizarse en cualquier tipo de plato.
- El uso de los brotes una vez han salido y son aptos para comer, debe ser inmediato, es más una vez los saques duran unos 5 días si se tienen guardados en el refrigerador. Cabe destacar que cada variedad dispone de un tiempo de germinación y duración para ser utilizado diferente.
Se debe tener en cuenta que muchos brotes pueden salir con cáscaras por ello, es necesario que antes de ser utilizados, se les quite la cáscara. Para ello, es bueno ayudarse con agua. Simplemente, hay que colocarlos en un bol con agua y girarlos para que esta se despegue sola.
No solo se germinan brotes comestibles, también, como ya se ha comentado anteriormente, se pueden germinar semillas tanto de vegetales como de plantar aromáticas o flores comestibles para disponer en casa siempre que sea necesario.
Estos brotes se pueden comer tanto solos como acompañados. Son una excelente opción para tomar en ensaladas, arroces, sopas o incluso como platos principales o como un gran acompañante de carnes y pescados. Gracias al sabor y a la fácil ingesta de estos brotes, se han convertido en una parte esencial de la alimentación.
Tipos de brotes germinados
- Brotes de alfalfa.
- Brotes de soja.
- Brotes de col.
- Lentejas.
- Brócoli.
- Garbanzos.
- Fríjoles.
- Guisantes.
- Sésamo.
- Calabaza.
Estos son los principales tipos de brotes comestibles más utilizados y fáciles de germinar. Son muchas las personas amantes de la comida saludable que disponen de un pequeño rincón en sus hogares para poder llevar a cabo esta práctica cada vez más común. Cultivar brotes comestibles es la manera más rápida y eficaz de disponer de alimentos que aportan propiedades nutritivas al organismo. Si se lleva una alimentación y un estilo de vida activos, se tendrán menos problemas de salud con el paso de los años.