Descubriendo la chirivía: guía de cultivo y consejos
A pesar de no ser una de las hortalizas más populares, la chirivía cuenta con asombrosas propiedades nutritivas: es rica en potasio, fósforo y calcio. Además, es baja en calorías y abundante en fibra, lo que la convierte en un alimento ideal para personas que buscan mantener una dieta saludable.
¿Qué es la chirivía?
La chirivía o pastinaca sativaes una hortaliza que ha sido cultivada durante siglos en Europa y Asia. Es un pariente cercano de la zanahoria, tiene forma alargada, un poco irregular y es de color blanco. Su sabor es dulce y terroso, y es muy versátil en la cocina.
El cultivo de chirivía es relativamente fácil y no requiere mucho mantenimiento. Se desarrolla mejor en zonas con mucha luz, pero también tolera condiciones de semisombra. El clima adecuado para su crecimiento es el predominante en Centroeuropa: climas templados. No es un cultivo exigente en cuanto a suelos ricos en materia orgánica, aunque cuanto más fértil sea, mejor será el desarrollo de la hortaliza.
Aportación nutricional de la chirivía
La chirivía es una hortaliza conocida por su gran aporte nutricional, por lo que es fácil encontrar recetas con chirivía.
Valor nutricional | Cantidad (por 100 g) |
Calorías | 75 kcal |
Potasio | 0, 37 g |
Hidratos de carbono | 18 g |
Fibra | 4,9 g |
Proteínas | 1,2 g |
Vitamina C | 0.02 g |
Calcio | 0,04 g |
Cómo cultivar la chirivía
El cultivo de chirivía debe comenzar entre marzo y mayo, o bien entre octubre y noviembre. La siembra es la parte más delicada y se recomienda emplear semillas del año anterior, porque más allá de los dos años pierden su capacidad de germinación.
Preparación del Terreno
La chirivía crece mejor en suelos profundos, sueltos y bien drenados. Hay que asegurarse de que no contengan piedras o restos de plantas que puedan dificultar el crecimiento de las raíces. Además, se recomienda que el suelo tenga una textura equilibrada, es decir, que no sea demasiado arenoso ni demasiado arcilloso.
Un factor importante a la hora de cultivar esta hortaliza similar a la zanahoria es medir el pH del suelo. Debe estar entre 6,0 y 7,5, pudiendo ajustarlo añadiendo materia orgánica como compost o abono. De hecho, se recomienda preparar un buen compost para asegurar la calidad del suelo, usándolo antes de sembrar la chirivía.
Sembrar las semillas
Es importante tener presente la temperatura del suelo, ya que a esta hortaliza de raíz no le gusta el calor sofocante, prefiriendo las zonas templadas. Es por esto, que el sustrato debe rondar los 11ºC para que las semillas germinen correctamente. Lo mismo ocurre con la temperatura del aire, que no debe ser ni demasiado fría ni demasiado calurosa para que se abran.
Método de siembra
La forma más común de sembrar chirivía es mediante siembra directa. Esto significa que se colocan las semillas directamente en el lugar donde crecerán. Esto es, a una profundidad de 1-2 cm y a una distancia de 30-40 cm entre cada una.
También es posible germinar las semillas en semilleros, y pasar las plántulas a la tierra cuando tengan la suficiente fuerza para soportarlo. Sin embargo, no recomendamos este método porque las chirivías no toleran bien los transplantes.
Cuidado del cultivo de chirivía
- Riego. Necesita un riego regular, manteniendo el suelo húmedo pero sin encharcar, para evitar la pudrición de las raíces. Se aconseja regarlas una o dos veces por semana, dependiendo del clima.
- Control de maleza. Es fundamental eliminar la maleza que aparezca para que la chirivía no tenga que competir con ella por los nutrientes y el agua del suelo.
- Rotación de cultivo. Es una forma de prevenir las enfermedades y mejorar la calidad del suelo. En el caso de las chirivías, no suele cultivarse dos años consecutivos en el mismo suelo.
- Abonado. El suelo debe estar bien provisto de nutrientes antes de la siembra, sobre todo de potasio y magnesio, e ir haciendo aportes periódicos tras la germinación. Normalmente, se realizan cada 15 días. La mejor opción es utilizar abonos orgánicos para aportar más nutrientes al suelo. En el caso de emplear químicos, seguir cuidadosamente las instrucciones del fabricante.
Plagas y enfermedades
Son varias las plagas y enfermedades que pueden afectar a las chirivías durante el cultivo, pero las más comunes son:
Mosca de la zanahoria
La mosca de la zanabria se alimenta de la raíz, donde las larvas pueden formar galerías. Para prevenirla, se recomienda la rotación de cultivos y la eliminación de las raíces infectadas. También se puede plantar en asociación con cebollas, romero y salvia, que actúan como repelente.
Pulgón
Se alimentan de la savia de las hojas y pueden debilitar la planta. Para controlar su presencia, se usan insecticidas naturales como el aceite de neem o la rotación de cultivos.
Nematodos
Los nematodos son gusanos microscópicos que pueden vivir en el suelo y alimentarse de las raíces de la chirivía. Para prevenir su aparición, se recomienda la rotación de cultivos y la eliminación de las raíces infectadas.
Mildiu
Es una enfermedad fúngica que se caracteriza por la aparición de manchas amarillas en las hojas y un crecimiento lento de la planta. Se previene usando semillas sanas y eliminando las hojas infectadas. También puede emplearse fungicidas naturales como el bicarbonato de sodio o el aceite de neem.
Cosecha de chirivía
La chirivía tarda aproximadamente de 120 a 180 días en madurar hasta la cosecha. Para la cosecha es importante esperar a que las raíces alcancen un tamaño adecuado, generalmente de unos 5-10 cm de diámetro. Si se espera demasiado, pueden volverse leñosas y perder su sabor dulce y suave.
Una peculiaridad de la chirivía es que puede cosecharse en varias etapas, ya que las raíces pueden seguir creciendo después de la primera cosecha. Para ello, hay que dejar un espacio de al menos 10 cm entre las raíces.
La cosecha de la chirivía se puede realizar a mano o con herramientas de jardinería, como horcas o tenedores de jardín. Se recomienda cosechar en un día seco para evitar que las raíces se dañen o se rompan durante la cosecha.